¿Se puede adaptar el cojín lumbar de espuma viscoelástica a diferentes ángulos de asiento?
El impacto de cambiar los ángulos al sentarse en la curvatura lumbar
Desde una perspectiva ergonómica, la curvatura de la columna lumbar (lorosis lumbar) cambia significativamente con los cambios en el ángulo de asiento entre el torso y los muslos.
Sentado erguido (90° o un poco más): en esta postura de trabajo o concentrada, la curvatura lumbar se acerca a la forma de S de una posición de pie natural, lo que requiere un soporte de grosor moderado y forma precisa para llenar el espacio entre la columna lumbar y el respaldo de la silla.
Sentado reclinado y relajado (de 100° a 135°): cuando el respaldo de la silla se inclina hacia atrás, la pelvis gira hacia atrás y la lordosis lumbar generalmente disminuye (incluso volviéndose recta o arqueada). En consecuencia, se ajustan el punto de apoyo y la fuerza necesaria para la columna lumbar. Si el cojín lumbar está mal diseñado y proporciona un apoyo excesivo al reclinarse, en realidad puede causar presión o malestar lumbar.
El cojín lumbar de espuma viscoelástica de alto rendimiento debe proporcionar suficiente soporte dinámico para adaptarse a estos cambios.
Mecanismo central de la espuma viscoelástica: viscoelasticidad y sensibilidad a la temperatura
La capacidad de Memory Foam para adaptarse a diferentes ángulos de asiento se debe principalmente a las propiedades únicas de su material: viscoelasticidad y sensibilidad a la temperatura.
1. Viscoelasticidad y Deformabilidad
Rebote lento: la viscoelasticidad de Memory Foam evita que rebote inmediatamente después de una presión sostenida, sino que se remodela gradual y lentamente. Esto significa que ya sea que el usuario mantenga una posición sentada erguida de 90 grados o se incline hacia atrás 120 grados, el cojín puede capturar y memorizar los contornos sutiles de la parte baja de la espalda en su posición actual.
Adaptación personalizada: El contorno del cojín ya no es un soporte fijo; se deforma en tiempo real según el ángulo de sentado actual. Esto garantiza que el cojín llene de forma consistente y completa los huecos en la zona de la lordosis lumbar en todos los ángulos.
2. Sensibilidad a la temperatura corporal y área de contacto
Suavidad y conformidad: La espuma viscoelástica es sensible a la temperatura. Cuando la zona lumbar entra en contacto con el cojín, el calor corporal hace que la espuma en el área de contacto se ablande. Esta propiedad suavizante permite que el cojín abrace más estrechamente la curva lumbar, especialmente al reclinarse y relajarse. Esto proporciona una distribución de presión más amplia y evita una presión excesiva desde un único punto de apoyo.
Evitar el contacto rígido: Los cojines tradicionales de espuma dura o de alta densidad crean puntos de contacto rígidos al cambiar los ángulos de asiento, lo que puede causar presión localizada. La espuma viscoelástica, sin embargo, se deforma para igualar la presión, asegurando una transición suave en el soporte.
Diseño estructural de producto mejorado para adaptabilidad multiángulo
Además de las propiedades inherentes al material, el profesional Cojín lumbar de espuma viscoelástica La ingeniería estructural de mejora aún más su adaptabilidad a varios ángulos para sentarse.
1. Diseño de contorno geométrico preciso
El contorno geométrico inicial del cojín no es un simple arco o una superficie plana, sino un diseño de contorno de múltiples superficies basado en datos anatómicos lumbares humanos. Este diseño presenta alas laterales en ambos lados y un área de soporte central en el centro.
Estabilidad del soporte de las alas laterales: Las alas laterales brindan soporte lateral y corrección de la postura cuando el usuario está erguido. Cuando el usuario se inclina ligeramente hacia un lado o se reclina, el cambio en el área de soporte del ala lateral permite una transición más suave hacia el cuerpo del cojín principal, manteniendo la estabilidad general del soporte.
2. Espesor y relación de compresión equilibrados
El grosor del cojín lumbar y el ILD/IFD (firmeza de indentación) se calculan con precisión para garantizar una relación de compresión ideal en varios ángulos de asiento.
Trabajo vertical: El cojín proporciona suficiente espesor inicial y firmeza para resistir la gravedad y mantener la lordosis lumbar.
Reclinado: Al reclinarse, el respaldo se somete a una mayor presión vertical, provocando que la Memory Foam se comprima más, reduciendo el "empuje hacia adelante" del soporte lumbar y evitando el exceso de apoyo, resultando en una cómoda experiencia de "apoyo sin presión". Este ajuste de grosor adaptativo es clave para su superioridad sobre el respaldo fijo.

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